¿Por qué dibujo?
Es una pregunta que no me hago muy seguido. Solo me levanto, agarro algo, me acerco a una supeficie y simplemente dibujo.
Esa energía que subyace la acción, que me empuja a agarrar un material, de preferencia carbón o tinta, es una fuerza que me une a algo, a un origen. Es un hilo casi infinito.
Parecido a un cordón umbilical, a la manguera de un buzo en las profundidades del océano. Un suministro de vida.
Marcar la superficie en búsqueda de algo, esperando que aparezca algo, no sé qué. Abierto al asombro. Presencia, presente.
El regalo de estar vivo y dibujando.